Las imágenes que proponía Folon estaban hechas con pocos trazos, con colores degradados y vivos. Transmitían serenidad y melancolía. De la cabeza de sus personajes, a menudo altamente simbólicos, podían salir los colores del arco iris. O una lluvia de estrellas. Jamás pensamientos pesimistas.
Cuentan que cuando le pidieron que diseñase nuevas vidrieras para la iglesia del pueblecito de Burcy puso como única condición ser pagado en remodelación de paisaje: Folon exigió a cambio de su obra que se derribase un depósito de agua que afeaba el lugar.
Sencillo y luminoso, modesto y discreto, Folon ilustró textos de Kafka, Borges o Bradbury antes de hacer lo mismo con los de Jacques Prévert en 1979. En 1988, Amnistía Internacional le encargó otra ilustración que tuvo un gran éxito: la de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. También intervino como escenógrafo teatral y operístico, recreando visualmente el universo sonoro de Stravinski, imaginando colores crepusculares para la Venecia de Goldoni o interiores de fiesta para el París de La Bohème.
(Nota necrológica de El País. LUNES, 24 de octubre de 2005)
-Gracias a mi amiga bloquera Bee Borjas, que me lo ha descubierto-
-Gracias a mi amiga bloquera Bee Borjas, que me lo ha descubierto-
Oh, Ana!!! Me has hecho feliz!!! Soy diseñadora gráfica y tuve la enorme fortuna de conocer a este enorme personaje en su visita a mi Universidad hace unos 20 años atrás. No sólo emanaba talento, si no que su don de gente y gentil andar, lograba una empatía instantánea.
ResponderEliminarTe cuento algo que lo pintaba de cuerpo entero. En la conferencia que dio, comentó que uno de sus hijos tenía síndrome de down y que ese niño le permitió abrir su mente y su espíritu hacia una creatividad diferente. Un buen día le propuso a su familia vivir en un barco en las aguas del Sena. Desde allí creaba y bregaba por un mundo más equitativo y misericordioso y se burlaba con exquisita clase del totalitarismo y la decadencia globalizada.
Te agradezco de corazón, esta maravillosa celebración de la vida y el arte de Jean Michel Folon.
Tenías que ser tú, mi linda y sensible Ana!
Todo mi cariño para tÍ!!!